Apenas dos semanas después de la formalización de la compra de la finca, regresamos a Montsant para experimentar y participar en nuestra primera cosecha. Contratamos los servicios de un fotógrafo profesional, Rafael López-Monné, para documentar esta gran ocasión. Cuando compramos la tierra, pactamos en un acuerdo informal que se incluirían 4.000 Kg. de uvas en la compra. La idea era empezar rápidamente y comenzar a producir nuestro primer vino este mismo año.
Teníamos que unirnos al grupo y cosechar nuestros 4.000 Kg. Todos nos dieron una cálida bienvenida y nos instruyeron sobre cómo hacerlo. ¿Podía ser tan difícil cortar un racimo de uvas de una vid? En menos de media hora, nos dimos cuenta de que no era un trabajo simple. Antes de poner los racimos en las cestas, se deben inspeccionar y eliminar las uvas en mal estado. No era una tarea fácil para un ojo inexperto. Decidimos que, en lugar de arruinarlo todo, era mejor dar un paso atrás y observar la forma correcta de vendimiar las uvas.
Sin embargo, el día fue un éxito y conocimos a una trabajadora y encantadora pareja, Joan y María, a quienes les comprábamos la finca. Nuestra compra también incluyó una serie de olivos que producen alrededor de 250 litros de aceite al año. Joan y María continuarán atendiendo los olivos y obtendrán el aceite a cambio. Bueno, al menos lo intentamos, nos ensuciamos un poco ese día … y las fotografías fueron excelentes. Nos quedamos dormidos profundamente al llegar al hotel. Debe haber sido por el duro trabajo físico. ☺